Si tuvieramos que elegir un destino de España que no fuera Andalucía, ese sin duda sería Galicia. La región del marisco y del camino de Santiago,  del butafumeiro de la catedral y de los cruxeiros, del buen vino y de la lluvia que da de beber a esos verdes prados impresionantes. Simplemente excepcional.

La primera vez que viajamos a Galicia fue en el año 2001. Aquí nos encontramos en la Feria del marisco de O Grove, una pequeña localidad de Pontevedra. Vamos todos los años que podemos en Octubre que es cuando se celebra, y pocos sitios hay tan especiales como este. Al que le guste el marisco y el buen vino ¡este es su sitio!
Langostinos, mejillones, buey de mar, navajas, vieiras(conchas de santiago), percebes y como no… el pulpo gallego, que sin duda es el mejor del mundo. Algunos años hemos ido a la feria del pulpo en Lugo donde solo se sirve pulpo gallego. ¡un éxtasis octopodal! En las enormes carpas que montan en el espacio para la feria de O Grove, los gaiteros nos amenizan la comida y pasan a lo largo de toda la nave. Un aperitivo magnífico para empezar el día antes de perdernos por las bellas calles gallegas.  

Las brujas o meigas gallegas son un símbolo de la tierra, los seres de la mitología gallega mas populares, Las leyendas cuentan que son mujeres adoradoras del diablo y que con sus ritos pueden echar maleficios y hacer pociones curativas. Esta superstición obliga a una serie de ritos muy especiales para ahuyentar posibles peligros: guardar una herradura en el hogar, tras la puerta de entrada, o llevar consigo un diente de ajo, una castaña pilonga o varios objetos que libren del mal de ojo u otros hechizos. Las meigas están dotadas de poderes extraordinarios pudiéndose transformar en animales domésticos hundirnos en el engaño de convivir con ellas sin saberlo.
Las caimadas son conjuros que las meigas hacían mientras preparaban sus pociones y hoy en día son uno de los principales reclamos turísticos y no hay quien visite Galicia y no se lleve un pergamino con la caimada y su respectiva poción en una botella.

Conjuro de la queimada (en gallego y su traducción al castellano):

Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasnos e dianhos, espritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das mencinheiras.
Pobres canhotas furadas, fogar dos vermes e alimanhas.
Lume das Santas Companhas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregon da morte, foucinho do satiro e pe do coello.
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.
Averno de Satan e Belcebu, lume dos cadavres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernales cus, muxido da mar embravescida.
Barriga inutil da muller solteira, falar dos gatos que andan a xaneira, guedella porra da cabra mal parida.
Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxiran as bruxas acabalo das sas escobas, indose bañar na praia das areas gordas.
¡Oide, oide! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no agoardente, quedando asi purificadas.
E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiqui e agora, facede cos espritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada.

TRADUCCIÓN:

Buhos, lechuzas, sapos y brujas.
Demonios maléficos y diablos, espíritus de las nevadas vegas.
Cuervos, salamandras y meigas, hechizos de las curanderas.
Podridas cañas agujereadas, hogar de gusanos y de alimañas.
Fuego de las almas en pena, mal de ojo, negros hechizos, olor de los muertos, truenos y rayos.
Ladrido del perro, anuncio de la muerte; hocico del sátiro y pie del conejo.
Pecadora lengua de la mala mujer casada con un hombre viejo.
Infierno de Satán y Belcebú, fuego de los cadáveres en llamas, cuerpos mutilados de los indecentes, pedos de los infernales culos, mugido de la mar embravecida.
Vientre inútil de la mujer soltera, maullar de los gatos en celo, pelo malo y sucio de la cabra mal parida.
Con este cazo levantaré las llamas de este fuego que se asemeja al del infierno, y huirán las brujas a caballo de sus escobas, yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.
¡Oíd, oíd! los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente quedando así purificadas.
Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas, quedaremos libres de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento.
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada: si es verdad que tenéis más poder que la humana gente, aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera, participen con nosotros de esta queimada.
 

Otro símbolo de la cultura gallega son los horreos, una construcción destinada a guardar y conservar los alimentos alejados de la humedad y de los animales para mantenerlos en un estado óptimo. Por ejemplo, en invierno, en el campo las ratas se colaban en las habitaciones donde se guardaba la comida y la contaminaban. Por ello se idearon los horreos que, si os fijáis, tienen varias patas de un metro de largo de forma circular, de esta forma las ratas no podían subir porque se escurrían.
Esto es en teoría porque pensamos que las ratas se cuelan donde quieran.

La playa de La Lanzada se encuentra en Sanxenxo (Pontevedra). Esta magnífica playa se encuentra a los pies de nuestro hotel, donde descansamos antes de los duros días de peregrinación por toda Galicia. Esta playa es uno de los lugares más especiales que conocemos. Nos gusta ir al amanecer o al atardecer cuando cae la noche. Es un sitio donde el silencio nos transporta a otro lugar. Sus cuevas, enormes rocas y magníficas vistas nos transmiten una paz interior y una tranquilidad como pocos lugares lo han hecho. 

Vigo es la ciudad de los mercados, donde el mercado de la piedra es el más significativo. Son unas instalaciones municipales, que con el tiempo han mejorado mucho. Hay una zona del mercado al aire libre y otra cubierta donde puedes encontrar casi de todo, sobre todo son famosas sus falsificaciones, a veces tan reales, que no aprecias si son de verdad o no, para eso hay que fijarse en los precios. En general imitaciones de excelente calidad que nada tienen que envidiar a las auténticas, pero no sólo ropa puedes comprar allí, sino también aparatos de informática, relojes, bebida, tabaco, toallas…. todo ello a precios más bajos debido a la exención de impuestos. Para llegar a la calle del mercado de La Piedra, tienes que dejar el coche en un parking que es chulísimo: metes el coche en la plaza y una máquina enorme coge tu coche, le da la vuelta y lo desplaza hasta dejarlo en una especie de caja donde se amontonan todos los vehículos. La primera vez que lo vimos nos impresionó mucho. Al salir del parking entramos en la zona típica de Vigo, llena de bares y cada uno de ellos, afuera, tienen una piedra, quizás de ahí el nombre de la calle, donde puedes degustar la famosa ostra gallega fresquísima, tanto que la abren frente a ti y allí mismo te las comes, puedes comerlas de pie o bien comprarlas y sentarte en las terrazas de los bares a degustarlas. La verdad que tanto el mercado de La Piedra como el emplazamiento en el que está es una pasada, es como si dijésemos una zona antigua de Vigo, con edificios antiguos aunque cuidados y reformados que hacen de esa zona un sitio inolvidable. Reconoces a la gente cuando viene de La Piedra, porque todos van con las bolsas de plástico que te dan en los puestos que son de color negro, azul, verde, amarillo, o sea lisas sin nombres de los puestos ni nada, a mí es algo que siempre me ha llamado la atención….ves a alguien petao de bolsas de colores y dices «.. ya viene de dejarse los cuartos en La Piedra…»